La visita del Conejo del mago entusiasmó a todos los niños del aula, entre risas, miedo e intriga se acercaron a conocerle. Molli, que fue el nombre que decicieron para poner al conejo disfrutó con las zanahorias que le regalaban, claro si ninguno de los pequeños magos se la comia.
Queremos agradecer al papá de Alejandro que les permitiese conocer a uno de los conejos que tiene.Como sabeis no es la primera vez que las familias intervienen activamente en las actividades de la escuela, nos encanta que lo hagais, no dejeis de hacerlo.
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